Alianza por el Clima llama a la activación de políticas climáticas efectivas de cara a la Cumbre de Marrakech
La COP21 alumbró un nuevo tratado sobre
cambio climático, el Acuerdo de París, que ha entrado en vigor el día 4 de
noviembre justo a las puertas de la cumbre de Marrakech y debe traducirse en
una mayor voluntad política para poner al Planeta en una ruta de seguridad
climática.
Para cumplir su objetivo final, mantener
el aumento de las temperaturas muy por
debajo de los dos grados y hacer todo lo posible para que no superen el grado y
medio, los gobiernos deben dotar al acuerdo de una arquitectura firme que
garantice una verdadera gobernanza internacional. Como sus contribuciones
actuales están muy lejos de ser suficientes, los gobiernos en Marrakech deben
dar señales de que su apuesta es la de un marco legislativo internacional
fuerte que nos lleve a una revisión adecuada de los compromisos de manera
regular en los próximos años. Solo una evaluación seria de la idoneidad de los
compromisos nacionales y su adecuación a la magnitud del desafío transformarán
en operativo el Acuerdo de París y nos pondrán en la senda de evitar la
catástrofe climática.
Por otro lado, el Acuerdo de París
significará sólo compromisos de reducción desde 2020 en adelante por lo que
Alianza por el Clima quiere recordar a todos los gobiernos, y especialmente a
las instituciones europeas y españolas, que las acciones antes de ese año son
fundamentales para asegurar el éxito de la tarea. Los gobiernos se reúnen este
año en Marruecos mientras se baten todos los records históricos sobre
temperaturas medias en el planeta y mientras superamos las 400 ppm (partes por
millón) de CO2 en la atmósfera, un nivel de CO2 desconocido para el planeta
desde hace 15 millones de años. Justamente porque no hay tiempo que perder, la
COP de Marrakech debe dar pasos para galvanizar la acción climática pre 2020.
Para apostar decididamente por políticas
de adaptación que nos ayuden a adaptarnos al cambio y por políticas probadas de
mitigación del cambio climático, como son la transición de los sistemas
energéticos hacia fuentes 100% renovables, profundas medidas de eficiencia
energética o de movilidad, de agricultura o de silvicultura sostenibles, no hay
que esperar a 2020. Ni tampoco para garantizar la transición justa para los
trabajadores en la transformación de todos los sectores. Este mensaje es tan
extensible al nuevo gobierno de España como al resto de los gobiernos que se
van a dar cita en Marruecos. El momento de ser ambicioso es ahora.
En Marrakech, Alianza por el Clima reclama
a los gobiernos que haya avances en algunos temas de particular importancia. En
primer lugar, hay que tener presente a las personas en situación de pobreza,
que son las principales víctimas, y permitir que puedan acceder a una
energía renovable. Los gobiernos del mundo se comprometieron en París a dotar
con 100 mil millones de dólares al año el Fondo Verde de lucha contra el cambio
climático para países en desarrollo. Más allá del compromiso, se requiere una
hoja de ruta clara que incorpore la revisión del monto total del compromiso a
impactos climáticos crecientes en estos países. Por otro lado, que se avance
rápido en el mecanismo de pérdidas y daños, llamado a compensar a las
comunidades que sufren de desastres climáticos, es un elemento fundamental para
señalar que se respeta la justicia, que se contribuye solidariamente en la
reparación de daños y que se garantiza la decencia en la gobernanza
internacional del cambio climático.
En Marrakech además se tienen que empezar
a definir los instrumentos que deben asegurar la eficiencia y transparencia de
esta arquitectura midiendo clara y objetivamente los progresos. Las
organizaciones que conformamos Alianza por el Clima nos comprometemos a
contribuir en el monitoreo y revisión de los compromisos, para ello
reclamaremos que se garantice nuestra participación junto con la de los actores
de la sociedad civil en los mecanismos de seguimiento.